En los últimos años Colombia ha sufrido un deterioro en la calidad de la tierra usada para la siembra, lo que conlleva a que una buena parte de los productos agrícolas que consumimos sean traídos de otros países, y no tenemos la certeza de recibirlos en el futuro. En este caso, si llegará una hambruna, los más perjudicados serían los niños.
La solución mas viable a este problema es la “agricultura urbana”. Si a los niños en edad preescolar se les muestra este proyecto como algo natural y sencillo, se logrará unir a la familia en torno a este proyecto.
Cabe recordar que los niños de por sí aman la naturaleza y cualquier actividad que les permita estar en contacto con ella, y mucho más, cuando ven que la actividad en la cual han participado da sus frutos, y pueden abastecerse de ellos.
La propuesta en sí, invita a que cada niño, junto con su familia destinen un espacio de su hogar (patio o terraza) y desarrollen huertas o mini huertas en donde se puedan sembrar diferentes productos tales como: la arveja, la cebolla, el repollo, la papa, etc. esto sin importar la condición social del niño, ni el lugar en donde viva. Este proyecto puede y debe ser guiado por los maestros del niño junto con su familia.
Para lograr este objetivo, es necesaria la capacitación a los maestros por parte de quienes lideran este proyecto en las diferentes ciudades, y así poder expandir esta iniciativa no solo en nuestro país, sino también a nivel internacional.
La solución mas viable a este problema es la “agricultura urbana”. Si a los niños en edad preescolar se les muestra este proyecto como algo natural y sencillo, se logrará unir a la familia en torno a este proyecto.
Cabe recordar que los niños de por sí aman la naturaleza y cualquier actividad que les permita estar en contacto con ella, y mucho más, cuando ven que la actividad en la cual han participado da sus frutos, y pueden abastecerse de ellos.
La propuesta en sí, invita a que cada niño, junto con su familia destinen un espacio de su hogar (patio o terraza) y desarrollen huertas o mini huertas en donde se puedan sembrar diferentes productos tales como: la arveja, la cebolla, el repollo, la papa, etc. esto sin importar la condición social del niño, ni el lugar en donde viva. Este proyecto puede y debe ser guiado por los maestros del niño junto con su familia.
Para lograr este objetivo, es necesaria la capacitación a los maestros por parte de quienes lideran este proyecto en las diferentes ciudades, y así poder expandir esta iniciativa no solo en nuestro país, sino también a nivel internacional.
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